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La  vaca y los arboles

La primera gran mentira a la que nos enfrentamos como personas: “ la vaca da leche”. Tardamos en darnos cuenta que la vaca no solo no da nada gratis, siempre hay que ordeñar.

Lo segundo que tenemos que aprender es a entender las vacas en la pintura, para ello Chistopher Husey  nos explica algo sencillo: << Hay una vaca. George Morland la pinta deleitándose en la voluptuosa aspereza de su piel rojiza.  John Constable la pinta y sentimos como juega con la luz en sus formas angulares, hasta que tiene vida propia, que instantáneamente reconocemos como verdadera. Paul Cezane podría haber pintado esa vaca y su forma hubiera sido aun más significativa. O Vicent van Gogh y habría sido una vaca con el rojo más vivo que nunca habíamos visto. Extraordinariamente intimidante. La vaca de Constable sería pintoresca porque las cualidades que sentía, eran las que, en la época, se reconocían como pintorescas. Del mismo modo la vaca de Morland seria pintoresca pero no arte. Solo oficio. Porqué Morland solo sentía “aquí hay una vaca áspera roja” mientras que Constable sintió el tililar de la luz del sol sobre el cuerpo de la vaca>>.

Y tercero, si la vaca tuviese tres años de vida, hubiera emitido tantos gases de efecto invernadero como un coche medio al recorrer noventa mil quilómetros.

Por lo tanto, los jardineros comprendemos por experiencia,

Primero : que nada es gratis y todo jardín necesita un gran trabajo, que no solo se limita  a estudiar y opinar, además necesitas una constancia en el esfuerzo del trabajo.

Segundo: que solo a través del estudio consigues entender algo de los ojos que miran el jardín en cada época histórica.

Tercero: Que el clima, nombre masculino, cambia, por significado y no por ideología.

Y cayó la nieve sobre Madrid.


El árbol y yo

Dos días de la semana pasada tuve la oportunidad de subir dos árboles de los que aquí denominan monumentales.

Y subir de verdad, pisar sus troncos en sentido literal, trabajar sobre ellos, un olivo en el centro de unas oficinas y una morera centenaria en una casa solariega.

Antes de nada suelo pensar como han llegado hasta aquí, a su estado actual, y qué es lo que necesitan para crecer con esplendor en ese lugar, elijo, limpio y preparo las herramientas adecuadas, tijeras Bahco, serrucho Silky y motosierra Echo 2511 wes/30 y persigo una idea, conseguir la máxima expresión de la palabra árbol.

El olivo se planto allí hace seis años, cuenta con una copa espesa y desequilibrada, con multitud de ramillas brotadas a la vez de un gran  tronco y la morera, con sus ramas estiradas al límite por podas sucesivas de alargamiento, algunas rajadas en su parte superior, algunas gruesas perdidas, y un gran tronco hueco en su interior sosteniendo el conjunto, justo lo contrario, y los dos, en busca de confluir en un punto.

Después de varias horas fijo la idea, los árboles están ahí, no se movieron, pero la sensación al contemplar es completamente diferente.

El trabajo ha hecho surgir la filosofía, el pensamiento, la vida trasformada en arte, y sientes sonreír al árbol al mirar, ambos están vivos y a su vez agradecidos se llenaran de vida, que en forma de nidos, como testigos mudos, recibirán al jardinero la próxima vez en que ambos se abracen.


Plan Vuelta al Jardín

La forma del Jardín responde en cada momento a la visión que la sociedad tiene de la naturaleza,

A) El hombre por encima de la Naturaleza sobre la que existe una visión mística hasta el Medievo y una posterior en el Renacimiento y Barroco que lo sitúa en un punto por encima.

B) El hombre igualado a la naturaleza a la que consideraba perfecta, descubrimiento del paisaje como constructo cultural.

C)   El hombre industrial, Naturaleza industrializada, jardín transformado en zona verde, creación de la cuarta naturaleza-

Necesidad de redescubrir el jardín como espacio contemplativo, entender la visión desinteresada sobre él, situarlo entre el paraíso perdido y el que vendrá, conseguir un lugar para olvidar el tiempo y el espacio, conseguir un lugar para la socialización.

Necesidad de reeducar la mirada sobre el verde, la naturaleza, para hacernos entender, aunque todos miremos lo mismo No todos vemos y por consiguiente entendemos lo mismo,

Jardín

El jardín es el conjunto de tres elementos:

A)    Paisaje: El paisaje no es una cosa, no es lo que miramos si no lo que interpretamos a través de la mirada filtrado por la cultura.

B)    Humanización: El jardín se convierte en Naturaleza domesticada a la medida del hombre en la que ocurren cosas.

C)   Historia: El jardín es fuente de recuerdos, implica una renovación del

pasado y se cultiva en la imaginación.

El Jardín formado por cuatro elementos vegetales:

A)    Árbol: Forma el esqueleto del mismo.

B)    Arbustos: Crearían el cuerpo y la distribución.

C)   Césped: Nos lo aporta el siglo del paisaje.

D)   Flores: Representan la invasión de la modernidad, se convierten en una obsesión en nuestro siglo y crean el espacio moderno.

 

Así llegamos a la conclusión de que no importa lo que se hace sino como se hace y que gracias al discurso actual hemos perdido la idea, el sentido y el concepto del Jardín.

La idea principal es hacer del  jardín una experiencia estética que cree el marco para las flores, que el jardín represente al lugar donde es creado, que refleje la vida y el pensamiento de los propietarios y que el trabajo del jardinero sea Arte, porque no hay belleza Natural, la naturaleza solo se hace bella a nuestros ojos por mediación de la cultura.

 

 Fdo

Javier Gracia Loriente.

Notas.

Convenio europeo de paisaje: Nos define que por paisaje se entenderá cualquier parte del territorio tal como lo percibe la población. Cuyo carácter sea el resultado de la acción y la interacción de factores Naturales y/o Humanos.

Se ha producido un cambio en el enfoque cuantitativo del verde destinado a cumplir con un estándar de la legislación urbanística a un enfoque cualitativo, para crear una red o sistema de nodos y conectores con una función ecológica, ambiental y social.


Hoy he subido a un árbol

Hoy he subido a un árbol frente al que había pasado muchas veces durante varios años, y que solía mirar con admiración. Aunque las fotos de móvil  no suelen hacer justicia sobre los jardines y arboles, por reducir los sentidos a la vista, se aprecia la cultura depositada en él a lo largo del tiempo.

 Mientras subía y bajaba, cortando ramas pensaba en lo difícil que es apreciar el valor intrínseco de un árbol y este tipo de trabajo en una cultura consumista como la actual,  pero qué, sin duda, si lo pudieran  ver las primeras personas con las que subía arboles a los trece años serrucho en mano, estarían orgullosos del resultado.


Cultivar es cuidar

 Fueron las Villas Medicias las que unieron el jardín a la arquitectura, y crearon una nueva manera de entender el jardín vinculada a la arquitectura.

Ya en este siglo, el Papa Francisco en la universidad pontificia de ecuador en 20015 nos habla de los textos bíblicos:

La parábola del sembrador, nos habla de cultivar. Nos muestra los tipos de tierra, los tipos de siembra, los tipos de fruto y la relación que entre estos se genera. Ya desde el Génesis, Dios le susurra al hombre esta invitación: cultivar y cuidar.

Por esto independientemente de nuestras creencias, tendríamos que ser conscientes de que el hombre siempre asocio el jardín al cultivo, y este al trabajo sobre las plantas desde la cultura. Y esto nada tiene que ver con el mercantilismo que sufrimos.


El Triunfo del Jardín frente a la eco jardinería

 

No ha hecho falta ni un metro cuadrado mas de zona verde para mejorar el aire de nuestras principales ciudades. El jardín como prolongación de lo humano, ha derrotado a los que pensaban que podían manipular su sentido para servir de cobertura a una fauna eco, que intentaba vender el aire que respiramos y capitalizar la máxima expresión estética que ha conseguido las diferentes civilizaciones a lo largo de la historia.

Somos nosotros, los jardineros, los que hemos de impulsar la belleza comprendida dentro de nuestros jardines, enseñar el amor por la vida que todo jardinero profesa por su trabajo, ese amor por las plantas, por los insectos, por los ciclos de la vida durante las estaciones, ese trabajo constante de superación en busca de una idea utopica,  que tanto necesita ahora nuestra civilización.

Enseñar  ese lugar, ese locus amoenus, en que lo humano refleja la naturaleza, haciendo que todo sea perfecto.


Woody Allen Marzo 2020

Frente a la ecotienda vergonzosa a la que asistimos, unas paginas de “A propósito de Nada “

Pag 320  << Despertarme una mañana de invierno y ver Cada centímetro de Central Park un rojo camión de bomberos circulando con ese blanco perfecto de fondo..>>

             << La misma excitación tenía lugar en abril, cuando uno podía ver cómo iban brotando los árboles.  Al principio apenas, al día siguiente, un poco más. Luego unos pocos días después, bum, verde por todas partes, la primavera ha llegado a Manhattan, y en Central Park ves cómo se abren  y despliegan capullos y pétalos y el aire huele a nostalgia y sientes deseos de matarte. ¿Por qué? Porque es tan hermoso que no se puede soportar; la glándula pineal segrega un Zumo de la Melancolía Indescriptible  y no sabes dónde meter todos esos sentimientos que corren en estampida en tu interior, y Dios no permita que en ese momento de tu vida amorosa no este yendo muy bien. Trae el revólver.>>

Pag 321 << Cuando mirabas por la ventana  de mi ático y veías todas esas hojas cambiar de color, era una escena apabullante y aleccionadora a la vez. Apabullante porque los rojos y amarillos de la naturaleza superan cualquier cosa que pudiera salir de tubos de pintura.. y aleccionadora porque las hojas no tardaran en morir y caer al típico estilo chejoviano   y entonces recordarás que tu también un día  te secarías y caerías… Para un ser humano las hojas de colores otoñales son un espectáculo maravilloso.  Pero os garantizo que a las hojas rojas o amarillas les gustan más las verdes.>>

Toda una lección de vida, todo un jardín, todo amor por descubrir, todo un delirio posterior al extraordinario libro de  Ramón del Castillo; de alguien, que como seguro conoceréis, odia el campo, a pesar de hacer películas como  “ La comedia sexual de una noche de verano” para mostrarlo con amor.

 


Cry Macho septiembre 2021

 

Y si después de realizar cuarenta películas, a los 88 años, alguien dirige y protagoniza una en la cual, aunque termine en la cárcel, acaba  feliz de jardinero, uno piensa que ha puesto un buen final a su extraordinario trabajo, y que es una gran reflexión sobre la vida.

Pero claro, si tres años después, con 91 años hace otra, lo primero que pienso es en la estética que tendrá el jardín.  Y  la voy a ver como cuando contemplo el trabajo del resto de jardineros que conozco, personal o por medio de sus creaciones.

Existe un claro reflejo entre los jardines y las sociedades que los crean, así mismo, el jardín es la prolongación de su jardinero, cuyo sueño siempre es desaparecer y que todo sea perfecto. Y esto es lo que vemos a poco de empezar la película, cuando el protagonista se sienta y se diluye en el paisaje, como su jardín en forma de película, que nos trasporta con su estética a la vida.

A la vida del protagonista, a su pasado y al presente, a la unión de las generaciones en busca de un bien común, a enfrentar las adversidades,  a luchar y enamorarse en y del   jardín para ser feliz.

Clint Eastwood ha conseguido hacer un jardín, poco importa que no tenga plantas, es perfecto.


 Noviembre 2017

Y será cuando la palabra Posverdad entre próximamente en el diccionario de la R.A.E. cuando tendremos la palabra justa para definir el Jardín y sus jardineros  en los últimos 35 años que son los que yo he vivido.

Un concepto “ interesante y a la vez preocupante” como lo definía Darío Villanueva en su conferencia de junio de este mismo año.

Posverdad se referirá “a toda información o aseveración que no se basas en hechos objetivos sino que apelará a las emociones, creencias o deseos del publico”

 Y  es por el potencial “ que la retorica tiene para hacer  locutivamente real lo imaginario o simplemente lo falso” y así los sucesivos ejemplos en nuestro campo, igual que los citados por el director de la R.A.E. , “representan una evidente negación de la realidad y demuestran que hoy en día se acepta que lo real no consiste en algo antológicamente solido y univoco, sino, por el contrario, es una construcción de conciencia, tanto individual , como colectiva”.

Por esto, las zonas verdes actuales nunca serán jardín , el paso de las maquinas sobre las plantas artificialmente cultivadas deja una huella imborrable y nunca dará como resultado plantas naturales, el paisaje no es un sitio para hacerme un selfie y para crear infraestructuras verdes no serán necesarios ni jardineros, ni empresas de jardinería.


Jardín  y matemáticas diciembre 2021

 

Al  siguiente día que nuestro nieto nos contara mientras comíamos los desvelos que le crean las matemáticas de la E.S.O., Compartí, al levantarme , en su wassap,   la fotografía que descargue de internet que explica de manera grafica la evolución académica de los últimos años en el ideario de la mayoría de las personas entre las que me incluyo.

Durante la mañana en el trabajo, recordé las enseñanzas de un jardinero en Monzón, cuando era incluso un poco más pequeño que él en la actualidad. En ellas, me hablaba, como en el último dibujo de la serie de la fotografía, de su forma de trabajo en que un jardín era como una tela en blanco, que tienes que ir llenando hasta conseguir un cuadro lleno de belleza.

Durante la mañana, también recordé las jornadas Mestizajes IV encuentro internacional sobre literatura y ciencia,  una aproximación a la belleza desde la ciencia, el arte y la literatura del  Donostia International Physics Center  que seguí atentamente en línea, al tener aparcado mi trabajo en exteriores por la lluvia. En ellas me llamo la atención que varios ponentes coincidieron en que la belleza científica estaba escondida en el equilibrio de la formulas.

Ya al mediodía, me di cuenta, que la vida de un jardinero se basa en crear y entender ese equilibrio que nos proporciona el jardín como imagen de la vida del ser que lo crea. Así, entramos en el jardín todas las mañana, empezamos a mover la naturaleza orgánica para llenar de vida el espacio en un lugar determinado por muros  más o menos rígidos. Movemos la tierra en la que empiezan a aparecer lombrices y larvas de todo tipo, zarandeamos las plantas para que se llenen de Mariposas y mariquitas entre una gran diversidad de insectos, luego aparecen los pequeño pájaros picoteando lo removido mientras las palomas miran desde sus tejados preferidos. Siempre aparece algún gato despreocupado a la espera sigilosa que aparezca un ratoncillo o una lagartija. Y como si lo adivinaran, los simpáticos perros siempre aparecen a la hora del desayuno. También y para entender algún aspecto más, si hablamos de  espacios públicos, aparecen nuestros mayores observando con detenimiento el trabajo,  y muchos niños y niñas con su innata curiosidad que les lleva a formular cientos de preguntas ingeniosas que intentas capear de la mejor manera.

Seguramente por la tarde ya  entendí como las sociedades han creado siempre sus cultivos, decir jardín antes de la invención de la palabra es demasiado confuso, como reflejo de su manera de entender la visión de su existencia. Y como, por fin, disfrutar de la belleza conseguida después de sobrevivir al mundo humano, lleno de incertidumbres.

Al anochecer, como en la canción de Juan Luis Guerra Burbujas de Amor, ser un pez termino siendo  sin duda la mejor opción para seguir en el jardín hasta despertar….  



1 de Abril 2022

Asistimos ayer a la conferencia de Francis  Hallé en el ciclo Salon del Prado, organizado por el botánico de Madrid.

Hallé, un abuelo seguramente  adorable y encantador, nos hablo en Castellano, un idioma mucho más rico que el francés, como lo prueba sus 93.000 palabras frente a las apenas 60.000 del francés, de la edad en lo que denomino inteligencia de las plantas.  Remarcó con importancia, los años sucesivos  en que los tropismos pasaron a ser  descubiertos por la ciencia, también habló de la diferencia entre los humanos y las plantas, de la que resaltó  la compartimentación de las mismas que las lleva a subsistir en condiciones adversas  omitiendo que los Sapiens somos la única especie con capacidad de pensar y expresar este pensamiento con palabras; con ellas crear el lenguaje, la característica más singular, con el que formamos, al menos desde la revolución cognitiva hace 70.000 millones de años, los mitos. Esa ficción nos ha permitido no solo imaginar cosas, sino hacerlo colectivamente para hablar sobre cosas que no existen realmente.

A mí me hubiera gustado compartir con él que el jardín no es la edad como sucesión de años; sino el tiempo  que pasamos en él disfrutando y amando las plantas y no esta inteligencia impostada con la que algunos intentan engañarnos


La necesidad de entender  febrero 2023

 

 

Después de asistir a nuestro congreso pensaba en la dificultad que siempre ha existido, para comprender no solo el trabajo material sino el sentido que ha tenido y tiene la labor del Jardinero.

Nuestro congreso al título de Parques y Jardines sistemas naturales de salud, sin duda es uno de los mejores congresos que se realizan a nivel mundial, este año con el añadido de celebrar el 50 aniversario de nuestra asociación, se celebró este año del 15 al 18 de febrero. En él pudimos disfrutar de ponentes de primer nivel y exposición de trabajos a lo largo del planeta.

Las ponencias fueron de lo general a lo concreto, de las últimas investigaciones sobre naturaleza y salud, a casos concretos de jardines terapéuticos, para el ultimo día conocer experiencias y soluciones reales a lo largo del mundo. En ellas pudimos entender la uniformidad e igualdad de los trabajos realizados, ya no existen aquellas grandes diferencias de comprensión de antaño, en que los europeos tenían amplia superioridad. Al contrario, el paso de un jardín con un componente podríamos decir intelectual, al actual, entendido desde el placer la vista y la imagen, con una libertad del ojo totalmente ilusoria, nos lleva a una globalización uniforme.

Los trabajos actuales, dominados por la técnica y la industria pesada, permiten exponer grandes e inabarcables parques, mover ingentes cantidades de tierra en sus desmontes en un corto espacio de tiempo, crear estructuras diversas para su recorrido,  aportar los substratos idóneos para la diversidad de plantas traídas de cualquier parte del planeta, y mantener vivas las mismas con multitud de sensores que determinan sus necesidades nutricionales, plagas y enfermedades,  dejando un mínimo espacio para sus cuidadores, convertidos en mera tramoya, totalmente prescindibles salvo en labores de limpieza.

 

 

El congreso al celebrarse en Madrid, tenía a mi juicio, al menos, varios puntos extras e irrepetibles.

-        En un primer lugar comprobar: aprovechando la plantación del árbol conmemorativo y la cena de fin de congreso, un ejemplo práctico, por el que podíamos pasear, de lo que estábamos descubriendo en las ponencias a lo largo del mundo con los trabajos no solo de diversos países, también de diversos continentes.

-        La visita al parque El Capricho de la alameda de Osuna: guiados por Santiago, cabe decir que entre jardineros nos gusta conocernos por el nombre, algo que no se acaba de comprender en las presentaciones de congresos, pero sí en nuestra familia jardinera y como ejemplo Fran, Félix, Pepe, Pedro, Iñaki, Mikel… La visita nos proporcionó un regalo especial, con puntos e historias que no se aprecian a simple vista, y aun con la velocidad de apretada agenda, pudimos apreciar sus dos partes de jardín claramente diferenciadas, la de estilo clásico con su avenida central, parterres, estatuas laberinto, y la posterior, donde como paso en el resto de Europa lo Natural no se opuso a lo artificial sino a lo simétrico, lo geométrico, lo regulado, lo estético clásico…

-        Y la tercera, que era la visita a la Plaza de España: de cuyo proyecto tuvimos la suerte de asistir a su presentación en un congreso anterior de nuestra asociación, y, que básicamente pretendía solucionar los problemas de movilidad en el entorno y crear un gran pulmón verde para la ciudad, en la incipiente idea de infraestructuras verdes, que como hemos visto en el congreso de este año es imparable y necesaria. También conseguía crear un gran Ágora, que en griego , como define el arquitecto Eduardo Prieto , da cuenta tanto de la reunión de los hombres para truncar o vender cosas, como de la plaza pública en sí misma, donde pueden intercambiarse ideas, pero donde también es posible, trapichear y mentirse según la idea de cada cual. ¡Y lo consiguieron! Impecable parte técnica de movilidad. Solo que, como no tuvieron en cuenta el tiempo en las proyecciones de ordenador, la plaza termina siendo en la actualidad un escenario lúdico para el espectáculo de las masas, cuando lo visitamos un evento de una bebida energética, y el pulmón verde con grandes árboles lo verán los nietos de los que votaron la remodelación.

 

Seguramente todo lo que se vio y vivió en el congreso, incluido el espectacular Mix flower a la entrada del pabellón, conformo un gran evento conmemorativo de nuestro cincuenta aniversario como asociación y nos dará un impulso renovado para esta nueva etapa que ahora comenzamos, en esta nueva visión sobre el verde urbano, pero…

¡Un momento!, ¿Y ahora qué? ¿Qué papel nos corresponde a los jardineros en esta uniformidad de Credo?

Cuenta Peter Seewald en su libro que : los jardines de los monasterios eran una fuente de salud y no solo por los principios activos que se extraían de sus plantas de los herbolarios sino por la práctica de la hospitalidad. También desprendían espiritualidad, y la meditación evita que nos dispersemos y perdamos de vista lo esencial. El jardín tiene que ser edificante, debe despertar sentimientos, crear intimidad, invitar a la reflexión, sacar a la luz nuevas ideas y darles espacio, en suma, debe de ensanchar el corazón del hombre.

Por lo tanto, la estética del jardín de un monasterio como ejemplo, pero también los anteriores y posteriores, no han tenido tanto que ver con la forma sino con recrearse en el sosiego, una condición necesaria para comprender la realidad.

Y ahora sí por fin, como siempre en la historia, esa verdad, que el hombre nombro Jardín para poseerlo, refleja fielmente la realidad de la civilización que lo crea, una realidad impostada por la verdad totalitaria que la intenta sustituir. Ese suplantar a la naturaleza, con escusas banales, sin darse cuenta que sin jardines y jardineros que la embellezcan, la naturaleza no tiene vida y su parte orgánica engulle las ciudades deshabitadas, por muy grandes y mucho poder que se piense tener.

 


Los arboles de Madrid.  febrero 2023

 

El congreso de nuestra asociación cuenta con un aliciente añadido, siempre puedes pasar unos días más conociendo y disfrutando de la ciudad sede del mismo.

En el caso de Madrid, la particularidad estaba más en el tiempo sin visitar la capital por la Covid 19, el paso de filomena, la visita de la Plaza España…. que, por el conocimiento de la misma.

Vayamos por partes, el paso de la borrasca filomena, parece descubrir a la ciudad, que los arboles tienen ciertas dificultades, insalvables en muchos casos, para la buena salud del arbolado urbano en caso de nevadas o fenómenos un poco más rigurosos de lo habitual.

Después de ver cierto número de árboles en nuestros recorridos en coche y de sumergirnos un día completo en la visita obligada al jardín que representa el Museo Nacional Thyssen-Bornemisza , donde me gusta perderme viendo sus cuadros, sus exposiciones temporales, su restaurante, y los libros de su  tienda de regalos, hasta olvidar el tiempo como si de mi jardín se tratara.

Observemos los arboles de Paris en unos pocos cuadros de hace  unos 140 años:

- La Rue Saint- Honore por la tarde, efecto lluvia (1879) de Camille Pizarro los tres arboles sin hojas de su plaza dejan ver su estructura, más ancha de la parte inferior que en sus puntas, algo difícil de ver en la actualidad con el llamado porte natural de los arboles urbanos.

- Inundacion en Port-Marly  (1876) de Alfred Sysley con sus arboles, muy iguales, refaldados sin ramas inferiores y con sus copas simétricas a la misma altura.

-Camino de Versalles, sol de invierno y nieve (1870) de Camille Pizarro donde vemos los arboles “efecto nieve” con sus copas reducidas para la altura que alcanzan.


Entre el cero y la nada

 

Así ha quedado el intento. El intento de reinventar la jardinería publica, en el pueblo de la costa Brava donde paso siempre la primera semana de Julio.

La creación de islas de biodiversidad, que incluso aparecieron en una ponencia de nuestro congreso anual del año pasado. A la moda, con sus florecitas y sus insectos beneficiosos.

En este segundo intento contemporáneo de nuestros jardines por  de emular a Francia, después del romántico jardín en movimiento de Gilles Clément , un imposible, una distopía ecológica como ideología del naturalismo,  reflejo de la sociedad francesa, con el resultado conocido estas dos últimas semanas.

Siendo la máxima manifestación estética en la historia de la jardinería, estas Islas Verdes, con plantas aloctonas de cualquier parte del mundo, arboles “feminizados”  escogidos genéticamente, todo criado en un entorno totalmente artificial. Sostenido solo por la ideología ante la ausencia de jardineros, no pasará a la historia por su belleza. Tampoco por su duración ante la primera envestida de la naturaleza.

Un simple baño de realidad en el verano de 2023.


Tendemos a confundir ¿ Que es un jardín? 2018

Recibí un regalo de Navidad en forma de felicitación que versaba: “ La vida es eso que pasa mientras estamos haciendo otras cosas” . Si la forma más depurada para entender una civilización y las personas que en ella existieron o existen en la actualidad, es, a través de sus jardines, eso, fue exactamente lo que deparó nuestro ultimo y excepcional congreso, donde hemos tenido la suerte de comprobar cómo la potencia de la palabra, ha ocultado con su vuelta a una ciudad los usos y tópicos acuñados y articulados en el discurso de la modernidad. El Jardín, exclusivo del habitar, intrínseco al lugar, creación de las personas que hacen humano al lugar frente al vacío existencial, el jardín de paisaje frente al telón de fondo medieval al que lo retornó el vacio arquitectónico de la época moderna en su lucha contra el sentido existencial del jardín. Asistir en tres actos a una lucha épica por su supervivencia, nos deparó una batalla escondida, real y constante en el tiempo desde la antigüedad, como vemos en la lucha entre el ágora y el jardín de Griego y Persas como dos maneras de entender el mundo, entre el espíritu religioso Medieval y el Renacimiento, entre el Barroco y el Paisaje, y en última instancia entre el jardín y la presión de las maquinas de la época moderna contra el jardín en forma de paisaje, como fenómeno cultural subjetivo que se elabora a partir de lo que se ve y no como una cosa. Batalla que se resume, como bien explica Javier Maderuelo “en su lucha por lo pintoresco como cualidad formal de lo pictórico, es decir, a valores plásticos como el cromatismo, la luces, las sombras y las texturas en contraposición a lo dibujistico, al que pertenecían las líneas, las siluetas, y las formas definidas” . Y es por esto que la mayoría de jardineros no pueden superar en la actualidad la imitación de lo real. La idea de jardín es, quizá más antigua que la de la ciudad, Eduardo Prieto dixit, <<pero la palabra que usamos hoy en día para referirnos a ella es mucho mas moderna y proviene de la palabra francesa “jart” propiamente <<huerto>> que a su vez proviene del Francisco “jard” <cercado o seto>> y debe serentendido en su propia temporalidad, que le confien palabras de Rosario Asunto, <<un carácter distinto absolutamente a los lugares de la experiencia humana,>> que tuvo su primer ataque moderno con el cambio en la hibridación que sustituyo la palabra por el compuesto zona verde, posterior infraestructura verde, como si de un anacoluto, un oxímoron, del pensamiento actual se tratase, un deseo dominado por la falta de verdad objetiva en el discurso que necesita articular las palabras, para reforzar su deseo, sin advertir que en última instancia, las palabras, también sirven para mentir.

¡ La época moderna en que vivimos!, que miramos y pensamos, en la que vemos como tras un largo proceso de explotación de la naturaleza en una clara superioridad técnica sobre todo lo existente y en especial sobre lo más débil , esa naturaleza, últimamente buena, solo en cuanto a idea ytrasformada en un mero fondo, sobre el que suceden las cosas humanas del capital. Y esto lo comprobamos en tres actos, que pasaron antenosotros como si de un gran teatro nuestra existencia se tratase. Fue ante la ausencia de un significado unívoco de la palabra jardín por esta falta de verdad objetiva como, las primeras ponencias del día, desplegaron toda la potencia de la idea que nuestra sociedad actual tiene de algo nombrado como jardín pero que no pasa de zona verde. Es, esta batalla por el relato, entre lo real ylo imaginado, la opinión es el hecho alternativo. Es, la opinión y no la verdad la que mueve el sector a nivel mundial y la que elige las verdades que no resisten la crítica más elemental, que vuelve a ser una mala tramoya de teatro, que utiliza la palabra para engañar la historia. Que sigue pensando en un discurso vacio, plagado de intereses humanos, que podemos manejar el universo a nuestro antojo. Pero, los malos presagios cambiaron de repente, el anuncio de la ponencia inaugural el día anterior se vio refrendado por las exposiciones, que tenían como centro la ciudad de acogida. Resulta difícil encontrar ese brillo en los ojos de quien está convencido de estar creando un jardín, de quien sabe de qué habla, que refleja esa manera quijotesca de amor, de los pocos jardineros que quedamos, confrontando nuestros sueños enamorados de esa realidad simbolizada en las ponencias y visitas posteriores, y que produjeron una leve sonrisa en mi, en el recuerdo de Asterix y su aldea contra todo el poder del imperio Romano.

Pero fue el segundo día, cuando las ponencias tuvieron un primer nivel mundial de gran calidad, con esajardinería con apellidos que congrega a miles de personas cada año, porque, como bien explicaba Michel Baridon, el automóvil, dócil instrumento del turismo democratizado, hace de ellos una meta excursionista

fácil de alcanzar. Entonces, cuando escuchamos, esos jardines de tulipanes, efímeros, del pensamiento, de los pecados capitales de… que podríamos llamar, de falta de verdad objetiva, cuando vimos el reflejo que atenaza nuestra existencia, y nuestra sociedad. Mis pensamientos entonces, pasaron al segundo plano y yo, ya no estaba allí , recordaba con otra sonrisa, el primer día que fui a la playa de pequeño, con mis padres en Barcelona, demasiado lejos y distinta de mi lugar de nacimiento , aquel día, acabe rebozado en arena y olor a mar como el día anterior acabamos impregnados del jardín, al que ya, quería volver, de sus calles y plazas, a hablar con su gente, a contemplar sus murales, a leer sus poemas, a oler sus flores , a volver a entrar a su Orquidario y apreciar los matices que aprendimos, a degustar su comida, a ensoñar con su mar…

Un momento maravilloso, apenas ese instante, por el que la humanidad hace jardines a lo largo de su historia, que se ven reflejados, no solo en el medio físico, también en sus pinturas, en la literatura, en la poesía, en la filosofía, en esa añoranza que nos hace sentir el paso de la vida, para poder alcanzar la felicidad. Y tuvimos que venir aquí, a un jardín basado en la armonía, que busca ese difícil equilibrio entre belleza y verdad, a esa música fluida que nos transporta a ese segundo infinito por el que vivimos y que da sentido a la posibilidad de realizar un sueño para hacer la vida interesante, a ese lugar al que todos queremos volver sin darnos cuenta, a esa vida real y no en la que estamos haciendo otra cosa. 

Enero 2023

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